(Propellente Imperatoria Noticias)
Hace unos días, un grupo de germanos que estaba caminando tranquilamente por la zona de los baños públicos, fue atacado verbalmente por un grupo de plebeyos. Los inmigrantes se defendieron, lo que derivó en una pelea entre ambos grupos en la cual murieron tres individuos. Los guardias, detuvieron a todos los implicados en el incidente, los romanos, recibieron solo una pequeña multa económica y unos golpes, mientras que los germanos fueron condenados a flagelación y a muerte, lo que demuestra un gran racismo de parte de las fuerzas civiles.
Pero un grupo de romanos, que se encontraban en el Frigidarium, los interceptó e inmediatamente comenzaron a discriminarlos, murmurando cada vez más alto, hasta el punto de gritarles e insultarlos. Al cabo de apenas unos minutos, comenzaron los golpes. Los germanos no tardaron en responder favorecidos por su fortaleza, pero no así por su condición de inmigrantes.
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Esto había sido solo el comienzo, los romanos reaccionaron y se lanzaron sobre los germanos con sed de venganza. Los romanos ya no eran cinco. Se multiplicaron en número hasta la llegada de los oficiales, quienes detuvieron esta pelea que parecía interminable.
Casos como este, ya habían sucedido recientemente, desde que se empezó a restringir poco a poco la inmigración.
Un testigo romano llamado Mario, aseveró que los romanos empezaron el problema, él vio su agresión, que fue lo que causó el conflicto. Es lamentable que personas de su pueblo conspiren para hacer quedar a los inmigrantes como crueles asesinos. A diferencia de esta declaración, otro romano llamado Celso defendía la inocencia romana.
Tres de los implicados de los cuales dos eran romanos quedaron gravemente heridos, mientras que uno de los germanos murió al caer en el sector de las calderas. La mayoría de los romanos lograron escapar ante la llegada de los oficiales. Los germanos más visibles por su tamaño fueron apresados rápidamente.
Una vez detenidos los germanos, los oficiales fueron muy violentos con ellos, a diferencia del trato que se les dioa los pocos romanos que fueron apresados. Los germanos sufrieron todo tipo de torturas, estuvieron aislados sin alimento ni agua, golpeados a mano limpia e incluso con látigos, lo que les causó las heridas que posiblemente provocarían sus muertes horas más tarde. La golpiza, casi tan brutal como injusta fue realizada personalmente por varios oficiales.
Los romanos fueron puestos enseguida en libertad. Un oficial declaró ¨Los romanos tuvieron un comportamiento ejemplar en la cárcel a diferencia de los Germanos, que no pararon de quejarse proclamando su inocencia”. Esto es una triste prueba de que incluso las fuerzas militares no están exentas del racismo, que está arruinando la vida de cientos de inmigrantes que llegan a Roma cada día.
Los cinco germanos fueron condenados injustamente a la flagelación y luego a muerte. Los inmigrantes serán ejecutados el viernes 20 de Augustus. Estos nunca pensaron que iban a encontrar la muerte en Roma, ya que habían escapado de ella dejando sus tierras. A los romanos por el contrario solo se les exigió una multa. Esto demuestra la gran diferencia que existe en la Roma de hoy, entre la vida de un ciudadano romano y la de un inmigrante, en este caso germano.
Las últimas palabras pronunciadas por los condenados a muerte criticaban la discriminación de los romanos contra ellos. Adaluf pronunció: “No esperaba nada de esto, se suponía que Roma sería un cambio positivo en mi vida, no un lugar donde ser discriminado por mi físico, mi religión ,mi cultura hasta el punto de encontrar la muerte”. De modo que Roma hoy no es un lugar en el que se hospede a los inmigrantes, sino todo lo contrario.
Debido a esta triste noticia un grupo de germanos en el día de ayer abandonaron Roma migrando hacia el sur por miedo a posibles nuevas represalias. A los germanos, en sus miradas se les retrataba un dolor profundo y un fuerte desengaño de su breve estadía en Roma.
Por Santiago Cohen y Santiago Valdez Keegan
Nuestro emperador Valentiniano III tuvo que tomar una medida rápida ante este asunto, la cual fue reprimir las oleadas germánicas. Sin duda, ha sido una decisión lamentable. Él había pensado en otras formas de resolver este conflicto, pero finalmente optó por la más perversa. La agresividad con la que el ejército reprimió a los bárbaros fue extremadamente cruel. Asesinaron a quienes se encontraban en las fronteras a punto de ingresar a Britania, tanto hombres como a mujeres y niños. “Nos atacaban como si fuéramos un ejército que intentaba destruir al Imperio romano”, dijo un sobreviviente a una de las tantas masacres. Estos crímenes están atemorizando a los bárbaros que se encuentran en esta provincia. Este nuevo escenario está dando origen a nuevas rebeliones en contra del ejército romano por parte de los inmigrantes. 